- hallazgo -
La sorprendió en el andén, escribiendo con un rotulador indeleble en la pared:
¡En los días que corren, 'inteligente' es superlativo!
Saltó sobre sus talones cuando lo descubrió a su espalda, de negro, las esposas al cinto, leyendo. Se observaron largamente. Al fin, ella musitó:
- Execrable explotador...
- Incívica impertinente - respondió él, inmediatamente.
Se estudiaron con curiosidad.
- ¿Barbado comebellotas?
- Cardada caracandada.
Unos pocos se detuvieron a mirarlos.
- Escombro escrutador.
- Pioja floja coja cerroja.
- ¡Esqueleto esclavo!
- Comelotos - repuso él, imperturbable.
Silencio.
- ¡Jinete de jirafas!
- ¡Submoral!
- ¡Iris incandescente!
- ¡Aura áurea austral!
Ella tomó su mano.
- Hallazgo de argollas.
- Gárgola golosa.
Así, exactamente así, nació su amor.
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