07 agosto 2006

- preguntas -

¿Hasta qué extremo es sano llevar el deseo de agradar?

Cuando se satisface una fantasía sexual largamente deseada, ¿quién disfruta más, el dueño de la fantasía o quien ha contribuido a realizarla?

¿En qué condiciones no son antónimos dolor y placer?

¿Está efectivamente la lógica por encima de la moral, o es esto una falacia tonta?