04 julio 2006

- hospitalidad -

Mi Fragata Portuguesa inicia viaje, cómo no, junto al mar.

Me encuentro en una isla, alojado por una excelente anfitriona. Temporalmente, eso sí; ya saben lo que se dice del huésped y la pesca.

Los días son serenos, el cielo es en efecto la panza de un burro, la música llena esta casa aérea y apacible, las perspectivas son inmejorables. Auguro viajes, libros y felicidad.

Concluyo: Les ofrezco una fotografía de mi fragata, para su deleite.

Suyo,

Levtos