- hospitalidad -
Mi Fragata Portuguesa inicia viaje, cómo no, junto al mar.
Me encuentro en una isla, alojado por una excelente anfitriona. Temporalmente, eso sí; ya saben lo que se dice del huésped y la pesca.
Los días son serenos, el cielo es en efecto la panza de un burro, la música llena esta casa aérea y apacible, las perspectivas son inmejorables. Auguro viajes, libros y felicidad.
Concluyo: Les ofrezco una fotografía de mi fragata, para su deleite.
Suyo,
Levtos
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